En gastronomía, un entrante o aperitivo consiste en un plato de comida que puede consumirse en primer lugar; antes del segundo plato o plato principal durante la comida o la cena. Existen en la mayoría de las culturas y países.
A diferencia de los aperitivos cuyo propósito es abrir el apetito; el entrante es un plato de mayor cantidad de comida, aunque de menor cantidad que el plato principal.
Un entrante es el primer contacto de los comensales con nuestra comida, es nuestra carta de presentación; la costumbre de servir entrantes se originó con el fin de que los comensales no degusten un único plato. El entrante debe ser ligero pero generoso, no tanto como un aperitivo que si tiene como objetivo abrir el apetito.
Se trata de un plato que se suele ser una preparación caliente o un plato frío, dependiendo de la estación del año. También existen los entrantes «mixtos»; es decir son los platos que se elaboran con ingredientes fríos y calientes para así, conseguir una experiencia intensa y diferente en el paladar.
Los entrantes son tan variados como variados son los alimentos; y sus posibilidades son infinitas porque con todos los alimentos; y en cualquiera de sus combinaciones podemos elaborar entrantes.
Escogiendo los ingredientes básicos y teniendo un poco de imaginación, lograrás resultados espectaculares. Pintxos, montaditos, cucharitas, minis, vasitos y todas las tapas que puedas imaginar.
La finalidad principal de los entremeses o aperitivos es preparar al comensal para el disfrute de la comida que se servirá.
Estos estimulantes del apetito son lo suficientemente versátiles como para constituir, por sí solos; el sustento en una fiesta informal o un coctel, o simplemente para estimular el apetito en una entrada refrescante.
Tapas, banderillas, platillos y cazuelitas sirven perfectamente para este objetivo y las posibilidades son infinitas
Se recomienda preparar recetas que contrasten en textura, temperatura y sabor con la comida que sigue después. Por ejemplo, un aperitivo frío de mariscos representaría una entrada refrescante antes de un plato que destaca carne asada.
Los aperitivos fríos como salsas para bocaditos y verduras en adobo deben prepararse entre varias horas y un día antes, ya que su sabor mejora con el tiempo.